Mientras dure este confinamiento tenemos que intentar seguir siendo positivos.
En mi caso me ayuda mucho mirar las fotos de catálogos anteriores y así volver a editar alguna que otra imagen.
Hoy sin ir más lejos he procesado un par de imágenes que tomé a finales del verano pasado en la Torre de la Sal, Casares.

Es un precioso atardecer. Las nubes adquirieron ese color rosáceo que tan llamativo quedan en las fotos.
Las nubes con este color duran bastante poco y hay que aprovechar cada momento. Por eso cuando estaba realizando esta imagen me di cuenta de que podía hacer otra composición:

Siempre intento buscar una composición que me resulte atractiva antes de que llegue el momento en el que las nubes cambien de tono.
En muchas ocasiones es difícil e incluso me he llegado a encontrar satisfecho con alguna composición y minutos después darme cuenta de que debería haber hecho otra completamente diferente.
Espero que tengáis una feliz semana. Seguid en casa, cuidándoos.