Después de pasar un par de meses sin poder salir a hacer ninguna foto ayer salí un poco para fotografiar el atardecer que pintaba bastante bien.
Lo primero que tengo que comentaros es que lo pasé bastante mal. Uso gafas para la visión y con la mascarilla es todo un verdadero engorro.
Cada vez que me despistaba tenía las gafas empañadas y tenía que estar subiendo y bajando las gafas para poder volver a ver bien.
Aún así mis ganas de hacer algunas fotos podían con los contratiempos de la protección.
La tarde tenía muy buena pinta. Había estado controlando el tiempo todo el día y me ponía que el cielo iba a estar cargado con un 60% de nubes altas. Eso hubiese sido toda una explosión de color rosáceo que al final no fue.
A medida que se iba acercando el atardecer el viento fue apartando las nubes y se prácticamente se disiparon por completo.
Aún viendo que llegaba el momento y las nubes me iban a traicionar (¡malditas!) el mero hecho de haber podido disfrutar un rato de salir a hacer fotos valió la pena.
Así que disfruté de cada minuto que estuve fuera y antes de marcharme hice una larga exposición del Pantalán de Estepona:
Una lástima que sigamos siendo tan destructivos… Si os fijáis bien, alguien ha dejado de recuerdo una bolsa de «comida rápida» en la entrada del Pantalán. Cuando voy a cualquier sitio no dejo nada en ningún lado. Si genero algún tipo de basura cargo con ella hasta que encuentre un contenedor donde deshacerme de ella.
He decidido no eliminar la bolsa de la imagen para recordar que «la estupidez humana no tiene límites».



