En muchas ocasiones tienes que sacrificar tiempo y esfuerzo para cuando llegue el momento correcto estar preparado…
Me explico. En mi última salida tenía muy claro que lo que iba a traer a casa no iba a ser útil básicamente porque las condiciones no eran las idóneas.
Para practicar tomé la decisión de salir de casa con Luna llena, un 28% de nubes altas y una velocidad del viento de 1 Km/h (esto era lo único perfecto).
Sólo una de tres… En astrofotografía, he aprendido que fallando sólo una ya puede arruinarte la noche y el esfuerzo.
En este caso salí sabiendo que no eran las mejores condiciones pero teniendo una idea fija en mente, practicar.

El primer problema fueron las nubes. Estuvieron continuamente pasando por delante del objetivo que me propuse en esta sesión (inalcanzable por las condiciones).
Me dije a mí mismo que daba igual que no saliese nada porque estaba allí para practicar.
El segundo de los problemas, la Luna. ¡Luna llena! para ser más exacto por lo que la oscuridad en el cielo era prácticamente nula.
¿Y entonces? ¿Qué fui a practicar?.
Varias cosas. Alinear correctamente la Polar con el motor de seguimiento, balancear bien el peso del equipo, nivelarlo todo correctamente…
¡Y gracias a todo eso pude conseguir exposiciones de 1 minuto con un 200mm.!

Ahora sé todo lo que tengo que hacer paso a paso para cuando lleguen las noches en las que las condiciones sean las idóneas.
Pero lo más importante es tener una paciencia infinita, porque en este campo aunque todo esté correctamente siempre puede haber algo que te «fastidie» la noche.
¡Que tengáis una feliz semana!.