
Sierra Bermeja
Llevo varias semanas pensando en actualizar el Blog con alguna de mis últimas salidas pero la verdad es que me he centrado mucho más en descansar y aprovechar todo el tiempo que he podido para hacer fotos.
Evidentemente no ha sido posible al ritmo que lo hacía antes pero no ha estado mal para «los tiempos que corren».
Lo que más me libera es andar por la montaña. Cargar la mochila con todo aquello que te puede hacer falta como el agua, comida, trípode… Y sobretodo, las ganas de dejar atrás todo el ruido del trabajo y el día a día.
Esas horas las dedicas a ti y tu afición. Solamente eso. Es un ejercicio que me libera de los pensamientos negativos.
Y después de esta reflexión, comencemos con un «paseo» que duró 12km.
He de decir que llevábamos toda la semana observando el tiempo. Había estado lloviendo bastante y eso era perfecto para nuestras pretensiones de fotografiar los riachuelos que se forman en Sierra Bermeja.
Sólo andando un poco y justo al lado de un camino marcado para senderistas se podía ver esto:
Sí, esta pequeña caída de agua ya la habíais visto antes. Pero siempre empezamos por ella.
Hago un pequeño inciso en la entrada para explicar por qué hablo en plural todo el tiempo. No, no voy solo a la montaña. Nunca lo he hecho y creo que nunca podría hacerlo.
Voy acompañando o acompañado con un buen amigo.
Continuando con las imágenes anteriores he de decir que tengo algunas fotos de días después de unas lluvias bastante fuertes y no tiene punto de comparación.
Esa cascada que se ve en las imágenes llevaba bastante más caudal.
Después de hacer la pertinente parada continuamos con nuestro camino y comenzamos a buscar nuevos saltos de agua y charcas.
Primera parada después de una buena bajada. Era hora de desayunar y descansar un poco.
Mientras estás quieto te fijas en los detalles de tu alrededor. El silencio que te rodea sólo se rompe por el sonido del agua y el viento. Es magnífico.
Continuemos con nuestro «paseo».
Y el caso es que ves un salto de agua, lo fotografías miras hacia abajo y ves otro y otro… Y quieres continuar todo el día, pero cuando te das cuenta llevas andando casi 7km. y tienes que volver.
Tienes que calcular muy bien tu esfuerzo para no quedarte sin gasolina puesto que después todo ese camino lo tienes que hacer de vuelta. Lo más importante es que lo tienes que hacer cargado con todo el material que llevas.
Y esta vez pensé diferente. Me dije que las imágenes que estaba captando no estaban mal. Podríamos decir que estaban en mi línea, pero quería hacer algo diferente.
Recuerdo que alguien me comentó hace tiempo que al principio hacía muchas fotos de detalles.
Basaba mi fotografía generalmente en eso, buscar las cosas que a los demás pasaban inadvertidas.
Y estando en medio de la nada me dije… Tengo un objetivo 24-70 y está atorado en 24mm, no estoy usando su potencial.
Miré la pantalla de la cámara para revisar las fotos que estaba haciendo y me di cuenta de que todas eran prácticamente calcadas.
No quería hacer imágenes presenciales, quería hacer algo más. Diferente. Así que me propuse que en la subida lo haría diferente.

Me fijé en esta última imagen detenidamente y dije… Blah. No es nada del otro mundo. El cielo está bonito, me gusta el sitio (la luz era muy dura), pero simplemente es una foto más. Una foto presencial. Nada más.
En ese mismo momento me dije que podía hacerlo mejor… Y comencé a fotografiar detalles combinados con el tipo de fotografía que ya estaba haciendo:

Y comenzamos la subida con mis ideas de cambiar «el estilo» de las fotografías que estaba haciendo.
Empezó a gustarme las fotos que estaba viendo. Aunque también comencé a estar cansado por la buena caminata que ya llevábamos encima.
En una pequeña pausa para tomar aire vi algo que me llamó la atención y decidí fotografiarlo junto con los zapatos que iba estrenando ese día:
Ya empezaba a darme cuenta de que estaba cambiando «el chip». Me gustaba bastante lo que estaba viendo en la pantalla de la cámara y quería seguir así el resto de la subida.
Entonces pasó algo que teníamos previsto. El cielo se nubló y las sombras se suavizaron por completo.
Filtro ND y el cielo nublado se traduce en unas sombras muy suaves:

Tengo alguna imagen de «detrás de la cámara» de dónde estaba haciendo esta foto que…
No perdamos tiempo, parece que el cielo nublado va a durar poco y hay que aprovecharlo para sacar lo máximo posible.
¡Por fin volvíamos a ver el principio!. La subida se nos hizo bastante larga y gastamos todas nuestras energías.
Pero mientras seguíamos subiendo continuaba haciendo fotos:
Ya habíamos llegado al principio del camino y estábamos realmente cansados. Aún así hice un par de fotos más antes de guardar el equipo.
El castigo al que habíamos sometido al equipo y a nosotros mismos se reflejó en la parada que hicimos en el camino principal.
Ninguno de los dos hablaba, simplemente estábamos sentados mirando al horizonte esperando poder recuperar energías para terminar los 2km. que nos faltaban para volver al coche.
Una vez tuvimos todo el equipo guardado y tuvimos fuerza para volver nos pusimos en marcha.
Pero a mitad de camino, el cielo nos regaló un momento más.

Lo cierto es que no iba a tomar esta foto. Estaba tan cansado que no quería sacar la cámara. Simplemente estaba allí como un mero observador.
La luz cambiaba rápidamente y Sierra Bermeja se iluminaba por partes. No pude dejar pasar la oportunidad.
Tiré la mochila a suelo, monté el trípode una vez más y tomé la foto.





















