Es complicado cuando ha pasado mucho tiempo. Sobretodo si has estado esforzándote por mejorar pero sin fijar el rumbo correcto.
Al principio, cuando me interesé por el «mundillo» de la fotografía me lo tomé como un hobby.
Nada serio me decía… Simplemente me gusta hacer fotos. Después de un tiempo, vi que la cosa me gustaba bastante y quise seguir mejorando. Con ello lo hizo mi equipo. Así sucesivamente hasta llegar al equipo que poseo hoy día (que como están las cosas, ya es anticuado).
Intentaba fotografiar de todo. Paisajes, macro, personas, animales… Todo lo que se ponía delante de mi cámara era guardado.
Hasta que pasado bastante tiempo, empecé a darme cuenta de que desarrollé un «estilo propio». No me lo quería creer, pero así era.
Cuando alguien de mi alrededor veía las fotos, sabían que eran mías porque eran de «mi estilo», «de esas cosas que te gustan fotografiar».
En mi caso me di cuenta de que me gustaba mucho fotografiar detalles. Lo hacía constantemente. Una madera rota, un clavo sobresaliendo, una cadena vieja colgada en algún sitio… Empezó a gustarme mucho el tipo de fotografía que desarrollaba… Hasta que empecé a obsesionarme con subir de nivel y dejar ese tipo de fotografía que me parecía básica.
Y siendo sincero, creo que en ese paso tan grande que di, me perdí. Debí tomarme las cosas con mucha más calma y seguir desarrollando mi personalidad fotográfica.
Lo bueno, es que no todo está perdido. Cuando estoy centrado y calmado todavía sale esa parte de mí y me muestra que es algo que me hace sentir bien.

Mi manera de hacer fotografía ha cambiado. Evidentemente me hago mayor y la verdad es que aprecio mucho más tener tiempo para poder dedicarlo a mi hobby.
Es por eso he decidido dedicar este tiempo a la fotografía que me hace feliz, que me gusta. Intentar alejarme de la perfección que he estado persiguiendo durante años y hacer el tipo de fotografía que me haga sacar la cámara de la mochila.

Esto no quiere decir que no haga otro tipo de fotografía, ni mucho menos. Quiere decir que le daré la importancia que se merece ya que últimamente sólo quería hacer astrofotografía y este año está siendo realmente malo para esa disciplina.
Me he quemado de esperar, de que el equipo no funcione correctamente y de la desilusión que da perder horas y horas sin obtener nada a cambio.
Tanto tiempo le quise dedicar que olvidé que había más disciplinas fotográficas.


Fotos tan sencillas como las que ilustran este post, son las que me hacen querer seguir haciendo fotografías. Querer coger la cámara y seguir haciendo fotos.
Estas son las que realmente me gustan.
Hace bastantes años que empecé tomando fotografías y quedé enamorado de la disciplina. Es un arte que me apasiona y nunca dejaré de aprenderlo.
Así que es más que probable que comience a subir imágenes que no sean del nivel que estaba acostumbrado a subir al Blog pero seguramente al verlas me hagan feliz.
Y eso es lo que cuenta.