La semana pasada me llevé al campo la cámara con el 85mm y el filtro macro que compré en Amazon.
Tenía muchas ganas de volver a fotografiar y entretenerme con ello para intentar conseguir revivir esa llama perdida por la fotografía. No pude estar más acertado.
Me hacía falta un poco de tiempo para mí y mis pensamientos. Para poder centrarme en hacer fotos y divertirme con ello. Eso sí, sin muchas pretensiones. Sólo importaba volver a divertirme con la cámara en la mano y no sentir que llevo peso a cuestas para nada.
Y así hice, me puse a fotografiar sin la mitad de los «artilugios» que suelo llevar cargados «por si los necesito».
No son mis mejores fotografías, desde luego que no, pero marcan un pequeño comienzo para mi recuperación. Y digo recuperación porque me siento como el deportista que ha tenido una fuerte lesión y necesita tiempo para recuperar la confianza una vez que se ha curado.
Y para terminar el día, el atardecer:
Creo que comienzo a estar de nuevo en el buen camino. Voy a seguir subiendo este tipo de fotografía «irrelevante» porque lo necesito.
Necesito escapar de ese perfeccionismo que he estado persiguiendo durante muchos años y ha generado que esté completamente quemado con la fotografía.
Es hora de ir cogiendo ritmo y volver a ser yo.