He estado mucho tiempo desconectado. Tanto que ya ni recuerdo cuándo fue la última vez que toqué el equipo de fotografía.

El pasado fin de semana, pude volver a utilizar la montura de astrofotografía y la cámara de fotos. La echaba bastante de menos, pero para ser sincero fue una sensación agridulce.

No porque las cosas fallaran, sino porque anímicamente no estaba al 100%… Es decir, NO estoy al 100%.

La vida te asesta golpes de manera continua y a veces son tan duros que te dejan una herida que tarda tiempo en cicatrizar.

Estaba físicamente allí, pero mi mente se encontraba desconectada. No lo disfruté.

De hecho, las dos noches que salí a fotografiar, volví temprano y sin apenas fotos.

La primera noche quería hacerlo todo sencillo. Montura, disparador y tomar imágenes. Usé la App de SynScan Pro para hacer la rutina de alineamiento y ajuste polar. La primera imagen que obtuve fue bastante sorprendente. 3 minutos de la galaxia de Andrómeda sin guiado, toda una auténtica sorpresa.

Pero ahí quedó. Sólo en la primera foto. Todas las que hice después salieron con las estrellas bastante elongadas (dejando el rastro) y tuve que desistir. Bajé a 2 minutos y tampoco e incluso con 1 minuto salían con rastro.

Seguramente la suerte fue la primera foto. Así que entre el viento que era cada vez más racheado y las nubes que estaban apareciendo decidí dejarlo temprano.

La segunda noche fui con la misma idea en mente, lo más sencillo posible. Pero en cuanto me puse a hacer fotos, me di cuenta de que las estrellas seguían saliendo elongadas. Así que decidí sacar de la mochila la cámara de guiado y el portátil (sí, el portátil).

Aquella misma tarde, había tenido la maravillosa idea de actualizar la Rpi4 con Astroarch dejando el software inservible.

Así que instalé PHD2 en el portátil, por si lo tenía que usar… Y menos mal que lo hice.

Aquí tenéis el resultado de una hora de exposición en imágenes de 4 minutos:

Rápidamente me di cuenta de que todos los problemas que tengo con el guiado y la Rpi4 no estuvieron presentes con el portátil.

Comenzó el proceso de calibración y guiado en apenas un minuto. La cámara de guiado no se desconectaba en ningún momento y todo iba a la perfección.

Así que me dediqué a sacar todas las fotos que pude antes de que el viento y las nubes hicieran presencia.