Llevo tiempo pensando cómo escribir esta entrada. Estos últimos días han sido bastante difíciles para mí.
De hecho, han sido tan difíciles que ni si quiera me apetece hablar de ello.
He venido aquí, a mi Blog, para poder escapar de todo ese estrés que se me ha acumulado por la cantidad de cosas que me han pasado al final de ese año 2024 que ha resultado en un balance negativo.
Se me ha hecho tan cuesta arriba, que ha habido momentos en los que he dejado de fotografiar y dedicarme tiempo a mí mismo y mis pensamientos.
La mayoría del tiempo lo he dedicado a sembrar y cosechar pensamientos negativos que han mermado seriamente mi capacidad de sentirme bien conmigo mismo y con lo que hago. Parte de culpa también la atribuyo a ciertas personas que se han dedicado a minar mi moral día a día haciendo que incluso crea cosas que no son.
Sí, porque en este mundo existen bastantes personas que no encuentran su felicidad y que no son capaces de dejar que los demás sean felices.
Hago esta reflexión aquí en este Blog por primera vez ya que incluso yo mismo me he presionado para mostrar siempre lo mejor de mis fotos.
Ahora me doy cuenta de que no siempre tiene que ser así.
He encontrado Blogs magníficos que simplemente exponen una fotografía cotidiana y hablan de su día a día. Eso me ha llenado ese hueco que he ido generando por la falta de energía de salir a fotografiar.
A medida que he ido abandonando mi hobby he sentido un vacío que nada podía llenar. Sólo he encontrado cierta paz gracias a mi hijo y mi mujer que siempre se han mantenido a mi lado y han hecho que me libere de algunos de esos vacíos.
No creo que ponga muchas más entradas como esta en el Blog. Quiero que sea un sitio apacible en el que poder ver mis fotos y sentirse bien con ellas. Creo que en alguna entrada anterior puse que iba a comenzar a poner este tipo de fotografía cotidiana para volver a sentirme bien con la cámara en las manos.
Se me han pasado bastantes cosas por la cabeza para intentar animarme con mi hobby.
- Comprar nuevo equipo.
- Obligarme a salir de manera regular.
- Cambiar de disciplina fotográfica.
- Dejarlo por completo…
Estas son alguna de las ideas que se me han pasado, pero que realmente no he querido llevar a cabo.
La primera la veo una tontería. Tener un equipo nuevo o diferente va a ser un empujón muy pequeño.
Con la segunda iba a conseguir quemarme aún más. Obligarse a hacer algo que debería ser para divertirte, se convertiría en una cosa «pesada».
La tercera lo hago de manera puntual para comprobar que tal es probar macro, paisaje, nocturnas, retrato, deportes…
Y esa última es la que me ha estado rondando durante bastantes meses por la cabeza. Rendime.
Y ahí es donde decidí desconectar por completo. Darme un tiempo (en realidad el que necesitase) para ver las cosas desde otra perspectiva. Y así he hecho.
Ahora que ha comenzado un nuevo año, pretendo volver a encender esa chispa que me provoca la fotografía. Volver a esperar que llegue el fin de semana para coger los trastos y dedicarme un poco de tiempo a ello.
Espero poder ver resultados y compartirlos en este Blog.